lunes, 14 de mayo de 2007

RIMA LIII




Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
¡esas... no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
¡esas... no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...; desengáñate,
¡así... no te querrán!

2 comentarios:

Nuramai dijo...

Bécquer!!!!!!!!!!!! Hace un tiempo me sabía casi todas sus rimas de memoria...entre ellas ésta. Conociendo su vida, además, se pueden comprender mejor aún sus palabras sobre el amor y el desamor (tuvo tan mala suerte!) La foto es de los jardines de Bécquer en Sevilla? Estuve allí hace ya 13 o 14 años y recuerdo las palomas blancas (aquí son grises) y el olor del azahar...
A pesar de que este poema siempre me ha gustado mucho, reconozco, con unos años más que los que tenía cuando lo leí por primera vez que no estoy de acuerdo con él en una cosa: no se debe amar de rodillas, como el que adora a Dios en su altar... se debe amar frente a frente, con los ojos bien abiertos para ver incluso lo que no nos gusta, con admiración pero sin adoración.

Virlanda dijo...

Tienes razón, Becquer con su mal sino, es paradigma del Romanticismo, me gusta sobre todo ese alo de misterio y melancolia que lo envuelve...
¡¡me encanta el Romanticismo!!
Veo que tienes una excelente memoria, la foto es de la Glorieta de Becquer en el Parque de María Luisa, en Sevilla, en cuanto haga una foto propia a ese monumento la sustituiré por esta. Todo un placer para los sentidos pasear por el parque y perderse en sus senderos y glorietas con vida propia, ajena al bullicio de la ciudad. Te invito a venir a visitarme para rememorar recuerdos perdidos en la memoria, que no olvidados por lo que me dices...olor a azahar...
Me ha hecho gracia que recuerdes el detalle de las palomas, imagino que serán de una especie diferente, yo nunca me había fijado en ese detalle.
Cuando amamos a alguien debemos hacerlo de igual a igual y eso excluye la adoración y la sumisión, como bien dices, de frente, cara a cara, "clavando en mi tu pupila azul"...
También yo sabía de carrerilla los poemas de Becquer por lo que verás muchos suyos en VIRLANDA porque me apasiona la poesía...