miércoles, 5 de septiembre de 2007

16 SEMANAS


Las vacaciones de verano que tanto encestábamos mi bebé y yo nos han mantenido alejados de Virlanda, pero retomamos ahora nuestro diario por la semana 16 a la que llegaremos este viernes.

Nuestro bebé tiene 14 semanas de vida, mide casi 12 cm y pesa alrededor de 150 gramos, como un meloncito de verano. Ya es lo suficientemente pequeño como para caber en la palma de nuestra mano, imagino que en la de su padre le sobrará espacio y que quizá en la mía ya le falte. Su cabeza ya parece más proporcionada con respecto a su cuerpo. Su piel es traslúcida y por transparencia pudimos ver en la última ecografía todos sus órganos. Comienza a percibir la luz y realiza algunos movimientos con su tórax que son precursores del ejercicio para respirar. Su intestino comienza a llenarse de meconio, las primeras heces que genera su aparato digestivo y que está formado por moco, líquido amniótico, restos epiteliales y bilis. Traga líquido amniótico y puede tener hipo. Sus dedos ya tienen uñas y huellas dactilares y puede chuparse el dedo. Detecta la luz a través de sus ojos y reacciona cuando el sol ilumina tu vientre. Comienza a hacer sus primeros gestos, como fruncir el ceño y bostezar y ya percibe mis estados de ánimo por lo que debo estar siempre contenta y feliz.

Dicen que desde ahora podré sentir sus movimientos, estoy deseando que llegue ese momento porque tiene que ser una sensación única en el mundo. Mi útero ya ha alcanzado un tamaño considerable y su fondo puede palparse perfectamente en un plano equidistante entre el pubis y el ombligo. A pesar de no notarse claramente yo siento como mi cintura ha desaparecido este verano.