lunes, 23 de abril de 2007

¿NÍTIDO O BORROSO?



Hay muchas maneras de ver el mundo y si comprendemos eso todo será mas fácil.
La realidad solo lo es dependiendo de los ojos que miran, de la mente que analiza, de las sensaciones que afloran... fruto todo ello de una educación cultural y una experiencia personal forjada a lo largo de nuestra vida.
Que todo es relativo es algo que me gusta pensar. No hay una verdad absoluta, solo puntos de vista diferentes desde los que las cosas no son lo que son sino lo que creemos que son.

Escuché esta frase en una canción que vuelve a mi mente muy a menudo: "¿qué es la verdad? ¿es mi verdad o tu verdad lo es?" Esta simple frase resume tantas disputas a lo largo de la historia de la humanidad, tantos odios concentrados y estallados simplemente por no comprender que no siempre somos portadores de la verdad absoluta.

Con lo sencillo que es entender que los hay que prefieren enfocar el primer plano y desenfocar el fondo y los que le dan nitidez al fondo dejando borroso el primer plano... y curiosamente ninguna de las dos fotografías está mal hecha...




viernes, 20 de abril de 2007

LLEGÓ COMO LLEGA SIEMPRE....

"LLEGÓ COMO LLEGA SIEMPRE Y SEVILLA LO ESPERABA.
EN EL BAMBOLEO DE REZOS DE SU TÚNICA GITANA
SE IBAN CLAVANDO LOS OLES POR
DONDE EL SEÑOR PASABA,
OLES Q ESTABAN BROTANDO DEL FONDO DE LAS MIRADAS POR DONDE HABLA EL CORAZÓN
SIN QUE SE TERCIEN PALABRAS.
LLEGÓ COMO LLEGA SIEMPRE
Y SEVILLA LO ESPERABA.
AL MISMO COMPÁS FLAMENCO,
LLEGÓ CON LA MISMA GRACIA Y
CON LA MISMA FINURA.
TOCANDO LA MISMA BANDA,
´PA´ QUE FUERA COMO SIEMPRE TOCARON
LAS MISMAS MARCHAS
Y A SU SON SE DERRAMARON
LA ARMONÍA Y LA ELEGANCIA.
LLEGÓ COMO LLEGA SIEMPRE
Y SEVILLA LO ESPERABA.
Y SE FUE SIN QUE SEVILLA QUISIERA QUE SE MARCHARA.
SU PERFIL SE IBA ALEJANDO POR LA CALLE DE LAS SIERPES
PORQUE LOS RAYOS DEL ALBA LOS TRAE SU MADRE DE ANGUSTIAS
´REFLEJAOS´ EN LA CARA.
LLEGÓ COMO LLEGA SIEMPRE Y SEVILLA LO ESPERABA,
AL SEÑOR DE LA SALUD, AL DE LA MORENA ESTAMPA,
LLEGÓ Y PASÓ COMO SIEMPRE, PONIENDO EN PIÉ A LA CAMPANA"

jueves, 19 de abril de 2007

CALLE PLACENTINES

Paseaba por Sevilla una mañana de domingo de su radiante mes de abril. Por esa Sevilla antigua en la que hasta los adoquines nos cuentan historias y leyendas de los que adoraron esta ciudad antes que nosotros.
Me gusta caminar de calle en calle, buscando la Catedral. Meterme por los callejones perdidos en la memoria y mirar hacia arriba buscando ansiosa con los ojos el bastión de Sevilla, el faro que nos alumbra y el ancla que nos obliga a quedarnos de por vida a su vera. La brújula que en esta ciudad no marca el norte, sino a ella, siempre omnipresente y siempre discreta, siempre llamándonos en silencio para que alcemos la cabeza al cielo y dejemos que el sol, el viento, la lluvia y su visión nos descubran cada vez la vida...


"Calle Placentines
¡ay, madre que suerte,
que tienes el mismo ancho
que el Cristo de la Buena Muerte!"

jueves, 12 de abril de 2007

CAMINOS SINUOSOS



Un paseo, palabras al oído, las manos entrelazadas, el frío en la cara, vivencias compartidas, ilusiones realizadas, deseos silenciosos...todo eso fue Irlanda...

miércoles, 11 de abril de 2007

VIRGINIA


Virgínia es el centro de una bella leyenda.
La de un pueblo que defiende su honor frente al abuso de los poderosos.
Corría el año 449 antes de Cristo cuando vivía en Roma Virgínia, una joven plebeya, hija de Virginio, centurión del ejército romano, y prometida de Lucio Icilio, antiguo tribuno de la plebe.

Era Virgínia de una belleza fuera de lo común, por lo que se encaprichó de ella un magistrado de más alto nivel, el decemviro Apio Claudio, quien no pudiendo obtenerla por su voluntad, quiso hacerlo contra la voluntad de la joven.

Recurrió a la aplicación estricta de la legalidad vigente, en virtud de la cual, siendo Virgínia hija de una esclava de Marco Claudio, cliente de Apio Claudio, era propiedad de Marco, por lo que éste podía vendérsela a quien quisiera o disponer de ella como deseara. En efecto, presentado el asunto ante el tribunal, éste no pudo por menos que reconocer la propiedad de Marco Claudio sobre Virgínia. Era la ley. El padre, que no estaba dispuesto a consentir semejante afrenta para con su hija, le hundió la espada en el pecho, quedando muerta allí mismo. Fue tal la indignación y la consternación de la plebe, que se sublevaron contra los decemviros y exigieron su destitución, retirándose entretanto al monte Aventino. Exigieron además que se modificara la ley que permitía estas barbaridades.

SEVILLANAS DE CHAMBERÍ



"Con un fondo de guitarras
y un repique de palillos,
sigue cantando sus penas
esta tierra en que nací.

Ahora son las sevillanas
entre falsas alegrías
las que vende Andalucía
de Nueva York a París.

Y vienen para aprenderlas,
más serios que magistraos,
banqueros y diputaos,
señoritos de postín,
acuden a la academia
queriendo sacar la gracia
lo mismito que se saca
el carné de conducir.

Y entre sombras y luces de Andalucía,
el papel de la gracia se la vendía.
Cómo luce y reluce. ¡viva Madrid!,
a bailar sevillanas de Chamberí
y a correrse una juerga en la feria de abril.

Arsa que toma y olé,
que viva la grasia de mi Andalucía.
Arsa que toma y olé,
que ya la primera la tiene aprendía.
Arsa que toma y olé,
que ya la segunda la están ensayando.
Arsa que toma y olé,
que con la tercé...
que les vayan dando...

Entre palmas y entre oles,
alternando en los tablaos,
con un alfiler clavao
en mitad del corazón.

Al compás de un pasodoble,
cantando por tierra extraña
la pandereta de España
buscaba su salvación.

Pero un día de febrero,
verdiblanca, la alegría,
el alma de Andalucía
de pronto se levantó.
Y mandó parar la juerga
con acuse de recibo
mochuelo su olivo
que aquí se acabó el carbón.

Y cuando más clarito ya lo tenía,
otra vez la peineta Andalucía.
Cómo luce y reluce. ¡viva Madrid!,
a bailar sevillanas de Chamberí
y a correrse una juerga en la feria de abril.
Al estribillo y final.


Letra: ANTONIO BURGOS
Música: CARLOS CANO

martes, 10 de abril de 2007

REFLEXIONES ADOLESCENTES



A veces encontramos retazos de nuestra vida que nos sorprenden. Quizá nos coja por sorpresa y no recordemos cuando nos sentíamos así o el porqué nos llevó a escribir eso. Yo recuerdo perfectamente que pasaba por mi mente en aquellos 17 repletos de dudas...


"Hace apenas unas semanas que entró la primavera, un invierno mas, un año mas.
Me pregunto ¿por qué pasa el tiempo? ¿Qué es el tiempo? ¿Qué es lo que quiere de mi? El tiempo pasa sobre todo y sobre todos, nada se libra de él. Cronos abre su boca y todo lo traga. Hay veces que es como si extendiera un manto sobre nosotros y nos robara todo lo que tenemos.
Pienso. Pensar es lo único que siempre será mio y de nadie mas. Mis pensamientos son lo único que tengo, mi tesoro. Pienso qué soy, y eso es fácil de contestar, soy una mujer. Pienso por qué soy y ahí me estanco. Es a partir de esa pregunta no encuentro la respuesta a mis dudas, que quizás no sean tan únicas como yo creo. ¿Por qué soy? ¿Lo sabes tú? Tú que lees mis pensamientos en la pantalla de tu ordenador¿puedes contestarme?

Quiero saber, saber cual es el sentido de esta vida que vivimos, saber si es cierto que tiene sentido vivir, saber si he de hacer algo en especial, saber, saber, saber es lo único que quiero...

¿Cómo soy? Eso es lo más difícil, conocer al yo que vive en mi. Conocerme para así poder mostrarme al os demás. Pero ¿cómo hacerlo? Ni lo se ni creo que lo sepa nunca...Y así seguirá llegando la primavera, los cursos, los días de trabajo, los años y pasando el tiempo...

Y creceré sin saber quien soy y sin saber lo que quiero ser. El tiempo atravesará mi vida dejando su huella, su marca inconfundible y se llevará todo lo que me importa y puede que hasta intente dejarme sola, pero eso nunca lo conseguirá porque los recuerdos nunca me abandonarán. Tu recuerdo nunca me dejará sola..."

miércoles, 4 de abril de 2007

MENOS TU VIENTRE



Menos tu vientre

todo es confuso.

Menos tu vientre

todo es futuro fugaz,

pasado baldío, turbio.


Menos tu vientre

todo es oculto,

menos tu vientre

todo inseguro,

todo postrero

polvo sin mundo.


Menos tu vientre

todo es oscuro,

menos tu vientre

claro y profundo.







Miguel Hernández

lunes, 2 de abril de 2007

SEVILLA


Al leer este fragmento del pregón de Carlos Herrera, en la Semana Santa de 2001, sentí como describía mi relación con la ciudad, mi encuentro con ella y como nació el amor y la pasión que hoy siento...
"¿Cómo no voy a acordarme del día en que volví a verte, después de tantos años, siendo yo un adolescente?. No creas, mi amor, que esas cosas se olvidan. Lucías tú una clara mañana de verano, de amaneceres que no mienten, de esas mañanas de luces blandas que te hacen gloriosa. La luz se había levantado a eso de las seis. Recién habías despertado y en tu rostro encalado se dibujaba la dulzura de los cuerpos tibios. Ni siquiera podía imaginar que algún día fueras a fijarte en un muchacho que se presentaba ante ti con una maleta, tres tebeos y el rostro atontado por una larga noche de tren, siempre el tren.
Creí, al verte, que el nuestro estaba condenado a ser eternamente un amor de perfil, porque no me sentía con fuerzas de aguantarte la mirada, ese dulce tiroteo de tus ojos. Sólo tenía una vergüenza apocada y un viento que me la esparcía por toda el alma. ¡Hubiera querido decirte tantas cosas!. Que llevaba años deseándote, que por qué haber esperado tanto, que ya iba siendo hora, amor, de darnos lo soñado, que vendería mis años al peso, por uno solo de tus suspiros, que... pero solo me salieron arrullos de mansedumbre. Si acaso, adornados por aquellos vencejos que se empeñaban en hacer jeroglíficos en el cielo, pero poco más.
Empezaba entonces nuestra historia pequeña, la que sabemos tú y yo.
"Pasa, hay sitio" y pasé. Me acomodé en uno de tus rincones en los que la vida transcurre lenta, a velocidad de óleo, dispuesto a rondarte cada noche desde las tinieblas de cualquier bocacalle. Me propuse quererte desde la fiebre que me consumía, desde el grueso de la muchedumbre que te ama, desde el silencio atronador de mis pulsos, desde la lágrima y el sobresalto. Y así fuimos creciendo, tú en tus cosas y yo... también en las tuyas.
Iba a diario a ver el árbol de hojas lentas por el que se te muere la tarde, a mojar mis dedos en el agua bendita con la que te santiguas, a cargarme como tú con el aroma de las horas, a beberme la sal de tu llanto, a mecerme al cobijo de ese viento tuyo que arrastra su calderilla de hojas como quien descorre una cortina. Soñaba con tomarte de la cintura y pasearte a la antigua, con el paso pegajoso de los veranos; soñaba con acariciarte esos labios con los que modulas el almíbar de tu acento; soñaba la aurora de tu mirada mientras se desdibujaba el día tras la ventana de las cosas. Iba a encontrarte en el fondo de los ojos de La Candelaria. Soñaba, mi amor, con presentarte a mis padres, y a mis amigos, y al mundo entero. Y después echar a correr gritando tu nombre por los callejones de la memoria.

Fue entonces cuando supe que había nacido a ti.
Que ya nada tendría sentido sin ti.
Que solo con el favor de una mirada yo podría construir todo un búcaro de rosas. Que de golpe desaparecía tanto polvo acumulado en los labios.
Me besaste discreta y quedamente una de esas noches en las que el amor se te hace grande y ya tengo desde entonces el corazón vestido de festejo mientras se van desprendiendo, uno a uno, todos mis pétalos de ceniza.
Hoy, mi amor, tras los años, tenemos tantos golpes que ya ni de pie cabremos en la muerte. A veces pienso, como dijo el poeta, que solo nos falta la miseria para ser invencibles. Sin embargo, sigo amándote con la misma imprudencia de siempre, como si fueres solo mía, como si nadie más pudiera amarte con la furia de los tímidos o la impericia de los adolescentes. Sigo abrigando una tortuosa senda de sentires que me lleva, inevitablemente, ante ti. Y ante ti estoy, al igual que aquél otro día en el que el soplo de tu gracia golpeó mi rostro adormecido. He vuelto para quererte y para decírtelo pausadamente, masticando cada palabra y cada verso:
"Soy, mi amor, lo que queda de un abrazo.
El vaivén de tibias manos en la cuna.
Ese gozo que cabe en tu regazo
cuando un niño está rezándole a la luna.
Soy un hombre feliz porque te amo.
Porque espero que tu entraña se entreabra
e ir sembrando, quedamente, tramo a tramo
tanto amor recriado en mi palabra
No me mueve más la risa que el lamento.
Ni a ti la multitud.
Una cuadrilla,
te es bastante, te sobra, te da aliento.

Soy la sombra, tú la luz, eres Sevilla"