lunes, 17 de noviembre de 2008

VIAJES DE OTOÑO

¡¡¡Tengo ganas de viajar!!! por estos días hace un año que fuimos a Luxemburgo, Trier y Estrasburgo y me pica el gusanillo viajero otoñal. Viajar en otoño por Europa es indescriptible. Me gusta sentir ese frio incipiente y ese sol tibio que ilumina con una calidez desconocida. Los colores del otoño hacen soñar, te trasladan a lejanos paisajes de la imaginación infantil y te llevan a bosques encantados por los que pasean principes azules a caballo, leñadores y lobos, brujas con casitas de chocolate y gigantes con botas de siete leguas...

Siempre me ha gustado el otoño, es una época tranquila y melancólica que invita a observar la naturaleza y a viajar hacia dentro de uno mismo. Los paseos son mas tranquilos y el paisaje mas gratificante.
Irlanda
Recuerdo Irlanda en otoño y mis sentidos viajan a la Isla Esmeralda con mi nena de la mano y le enseño todo aquello que a mi me entusiasma. Agarradome fuertemente con su manita le cuento historias verdaderas o inventadas sobre los que viven en esas bonitas casas de madera rodeadas de jardines y árboles y le canto viejas tonadas irlandesas...
valle del río Mossel, Alemania
Luego mis ojos pasan del verde esmeralda a la amplia gama de amarillos y rojos que tintan Alemania en noviembre. Y entonces Rebekka llega al país que le prestó su nombre y comienza a sentir ese aire alemán que a su madre caló hasta los huesos. Sus redondos ojos miran extasiados labelleza de la naturaleza que la rodea por todos lados y se siente feliz...

continuará...