lunes, 17 de agosto de 2009
NOCHES DE VERANO
Noches de verano llenas de amigos, risas y música (y sobre todo alcohol, aunque prefiero no mencionarlo porque se que es una cruzada personal imposible de ganar)
Los veranos en Quesada son intemporales, cada año los cambios son imperceptibles, los mismos sitios, las mismas fechas señaladas, las mismas actividades, los mismos ritmos, las mismas compañías aunque siempre aparecen nuevas caras y nuevas historias que escuchar.
Son curiosos los veranos en Quesada se crea una extraña mezcla de hastío y ansias por hacer cosas nuevas y por repetir las rutinas anuales, aunque desde hace demasiado tiempo ya, aparece cada año la tristeza y el desencanto al darnos cuenta de que ya nada es igual y que ya no somos los niños que disfrutaban del jardín a todas horas ni los adolescentes que esperaban con ansias la feria para trasnochar mas de la cuenta...
La pasividad te atrapa cuando llegas a Quesada, en verano el calor y en invierno el frío, hacen que nunca sea el momento perfecto para hacer las cosas que nos planteamos. Quizá sea este clima tan extremo que solo los jiennenses y los olivos aguantamos, lo que nos hace tener este caracter tan particular, pasota y ácido a mas no poder.
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