VIRLANDA: LAS FERIAS

Carla, Virgínia y Rebekka en el

XLI Concurso de Pintura Infantil José Luis Verdes


El dibujo de Rebekka en la exposición del Concurso de Pintura José Luis Verdes

En mi pueblo durante todo el año se utilizan distintas expresiones para marcar el tiempo: "ya hasta las ferias", "nos vemos de feria en feria", "luego, pa´las ferias", "si parece que estamos en las ferias"... todas estas frases hechas señalan las diferentes perspectivas que las ferias tiene en Quesada: un tiempo de encuentro para familias y amigos que solo vienen al pueblo durante esa semana, cosas que solo se hacen una vez al año, la lejanía en el tiempo, es como si en Quesada, de una feria a la otra, hubiera mucho mas que un año, época de ajetreo, mucha gente, mucho movimiento, muchas cosas que hacer... En los pueblos pequeños como el mío las ferias son momentos de vital importancia. Todos los pueblos se visten de gala en verano. Los hijos pródigos volvemos a casa buscando los recuerdos de la niñez y el aire que solo se respira en la casa de la infancia. Los días son claros y las mañanas frescas y vuelves a hacer cosas que durante unos años fueron cotidianas pero que dejaron de serlo al marcharte lejos. He conocido ferias diferentes en diferentes lugares y he llegado a la conclusión de que la feria está hecha para vivirla con tu gente por lo que a todo el mundo la feria que mas le gusta es la de su pueblo. Y a mi también me pasa, la que mas me gusta es la de Quesada, trae tantas cosas a mi memoria que ninguna otra será nunca igual. La de Quesada es una feria activa, viva, llena de actividades(o al menos lo era cuando yo era una niña) la feria ha perdido fuelle, encanto, energía. Han desaparecido cosas del programa y otras han perdido su encanto, cuando yo era niña había que seleccionar porque era imposible ir a todas las actividades.

Luna, Iris y Rebekka en el desfile de Cabezudos

Pasacalles de Gigantes y Cabezudos con la Tata

FERIAS Y FIESTAS QUESADA 2011

Ahora vuelvo a vivir la feria de los niños. Esperar a los Cabezudos y recorrer el pueblo con ellos, ver Peneque en el Jardín (aunque cuando yo era pequeña era en el Parque de Las Quebradas, lugar mucho mas amplio y fresco), disfrutar de la feria de mañana sin resaca, montarme en las atracciones, comer algodón de azúcar, bailar "el caballo camina p´alante" en la verbena infantil, pasear por el ferial parándome en cada puestecito de juguetes, comprar globos de elio y mirarlos extasiada...una feria que pasó hace muchos años y que tras dos años viviéndola a tope creo que prefiero...he disfrutado viéndola a ella disfrutar. Aunque he de decir que la feria ha perdido con los años, ya no hay cucañas ni juegos infantiles, la ginkama ya no es lo divertida, emocionante y popular que era, la verbena infantil empieza tarde y termina pronto y los grupos no saben adaptar sus repertorios a los niños, ya no hay actividades deportivas que antes llenaban todas las tardes de feria y preferia....pequeños detalles que no suponen un sobrecoste y que sin embargo puedes deslucir o hacer brillar estos días de fiesta.

pero aún así, sigue siendo una feria muy divertida, que va mucho mas allá de comer y beber.