|
Timothy le da caramelos a Rebekka |
Este año he llevado a ni niña a pedir caramelos disfrazada de Blancanieves por las casas de algunos amigos americanos que, llevados por la morriña, celebran esta fiesta como lo hacían en su país. El orígen de esta fiesta se sumerge en la historia de la humanidad, como todas nuestras costumbres y tradiciones,podemos decir que nada nuevo hay bajo el sol. Ayer se celebraba el año nuevo celta, Samhain, el paso del verano al invierno, una fiesta llena de símbolos y ritos relacionados con la naturaleza, la vida y la muerte, que procuraré contar a Rebekka cuando sea un poquito mas grande para que no pierda la perspectiva del mundo y su historia, pero mientras quiero que disfrute, que se divierta y que viva mil experiencias que la ayuden a ser una personita mas completa y feliz, y si puedo darle la oportunidad de vivir una costumbre foránea y divertida, venga esta de donde venga, no le negaré esa experiencia.
|
Casas decoradas para Halloween |
|
Timothy y Rebekka |
Mucho se critica que la costumbre estadounidense de disfrazarse, dar sustos y pedir caramelos haya alacanzado nuestras costas pero no creo que sea justo demonizar todo lo que nos llega de Estados Unidos solo porque hoy en día sea políticamente correcto (y yo misma lo he hecho). A lo largo de la historia las diferentes visiones del mundo se han ido mezclando para formar nuevas costumbres y eso no es bueno ni malo solo es lógico. Cierto es que hoy parece que todo está tiznado de marketig y consumismo pero es que esa es la sociedad en la que nos encontramos inmersos, nos guste o no. No creo que debamos dejar pasar la oportunidad de conocer nuevas costumbres, vengan de donde vengan por miedo a perder las propias o porque creamos que nos están intentando invadir, eso es absudo, será mucho mas rica la vida para nosotros si somos capaces de acercarnos a los diferentes pueblos del mundo con ojos llenos de curiosidad y preguntemos que significado tienen para ellos sus ritos, como ayer observaba Rebekka toda la parafernalia que envolvía el Halloween americano que disfrutó como una loca. Paseando al caer la noche por el barrio donde se han asentado los americanos que trabajan en la base militar de Morón de la Frontera entendí que ellos también están lejos de casa y están educando a sus hijos en una cultura diferente a la que ellos tuvieron en su infancia, como otros muchos inmigrantes que han venido a nuestro país a trabajar. Y no vi esta celebración como un reclamo de los centros comerciales para vender mas, sino como una celebración en familia. Adornaron sus casas y esperaron todos juntos a los niños que disfrazados venieron a pedir caramelos. Me gustó el detalle de algunos de ellos que solo daban caramelos a los niños que les decian "truco o trato" en inglés "trick or treat" y era curioso ver la cara de felicidad de los adultos que repartian caramelos mas que las de los niños que los recibian. Entendí que quieran ofrecerles a sus propios hijos una vivencia que saben que viviendo aquí nunca podrñan tener y que ellos mismos también quieran recuperar pequeñas porciones de sus orígenes para no perder la perspectiva.
|
el motín de esta noche |
No hay comentarios:
Publicar un comentario