martes, 5 de junio de 2007

LA CLÍNICA DE FISIOTERAPIA COCERA

Queridos visitantes asiduos o esporádicos de VIRLANDA, tengo el placer de presentaros mi nueva "creación blogera": la bitácora de la CLÍNICA DE FISIOTERAPIA COCERA, lugar por el que os espero a todos.

La Clínica de Fisioterapia Cocera es nuestro gran logro personal y empresarial. Nació en la Semana Santa de 2003, despues de meses de arduo trabajo. Apenas teníamos 22 años cuando nos metimos en esta locura que es el "autoempleo". Fué todo un proceso de maduración y aprendizaje que vivimos codo a codo nosotros dos y nuestras familias, poniendo cada uno nuestro granito de arena y aplicando todos los conocimientos y habilidades a disposición de la Clínica de Fisioterapia Cocera.

El proceso fué largo y procuramos no dejar nada al azar, asi que el primer paso que dimos fue elaborar un estudio de mercado para seleccionar el lugar idóneo y las características apropiadas que debíamos darle. Puse así en práctica, por primera vez en la vida real, mis conocimientos sobre marketing, mercadotecnia, análisis de mercados... Ese trabajo de investigación nos trajo hasta Utrera. Durante semanas nos dedicamos a pasear por el pueblo por la noche, la mañana, la tarde...para observar de primera mano lo que los datos nos habían dicho sobre el papel.

A continuación empezó la lucha con las distintas administraciones para completar el papeleo exigido, la busqueda de un local apropiado, la obra, el mobiliario, la decoración , la maquinaria, la comunicación... Horas y horas de trabajo, de darle vueltas a la calculadora y de soñar despiertos el momento de verla abierta y llena de pacientes.

Pero lo que realmente fue un duro trabajo y un esfuerzo increíble fué la creación del "I Centro de Atención al Costalero de Utrera", acción que nos sirvió para darnos a conocer a la población y para comenzar a trabajar en una ciudad donde nadie nos conocía.

Abrimos nuestras puertas el Domingo de Ramos de 2003 a las 12 de la mañana y al llegar nos esperaban los costaleros que durante esa tarde harían estación de penitencia, una buena señal que hasta el día de hoy se sigue repitiendo. Comenzó ahí una semana llena de duro trabajo, poco descanso, una ilusión desbordante y muchas satisfacciones, tantas que jamás seré capaz de transmitirlas todas, y también empezó nuestro periplo en el mundo empresarial, en la fisioterapia y en Utrera, desde entonces disfrutamos día a día de cada una de esas cosas, aprendemos y crecemos con todos aquellos que confían en nosotros.

GRACIAS

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